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Durante el fin de semana, un avión Globemaster del ejército canadiense, utilizado en misiones humanitarias y de mantenimiento de la paz, fue detectado aterrizando en Beirut.
Foto: (Rachael Allen/Canadian Armed Forces)
El ejército canadiense está posicionando sus recursos en previsión de que su flota sea necesaria para evacuar a los canadienses que se encuentran en el Líbano a medida que aumenta la posibilidad de una expansión del conflicto en el Medio Oriente, según funcionarios de gobierno.
Durante el fin de semana, un avión Globemaster del ejército canadiense, utilizado en misiones humanitarias y de mantenimiento de la paz, fue detectado aterrizando en Beirut por un sitio en internet dedicado al seguimiento de vuelos.
En una declaración emitida a última hora del 6 de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá dijo que el ejército está actualmente posicionando sus activos en la región del Mediterráneo Oriental en caso de que se necesite planificar una evacuación y el apoyo logístico necesario.
El posicionamiento de los activos en apronte es parte de las actividades preparatorias estándar de las Fuerzas Armadas Canadienses que apoyan las actividades de planificación y enlace con otros departamentos y agencias gubernamentales, así como el intercambio de información entre aliados para garantizar un conocimiento óptimo de la situación en la región
, señala el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá.
Estos preparativos se producen después de continuas advertencias de parte de Ottawa para que los aproximadamente 20.000 canadienses que se encuentran en el Líbano abandonen ese país, a medida que aumenta la amenaza de una guerra a gran escala entre Israel y el grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán.
Un mural con el retrato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en un edificio del centro de Teherán, donde fue asesinado el 31 de julio. Sobre el retrato está escrito en hebreo y farsi: “A la espera de un severo castigo”.
Foto: Getty Images / Majid Saeedi
Si están en el Líbano, regresen a casa. Si las tensiones aumentan, la situación sobre el terreno podría no permitirnos ayudarles y no podrán salir
, instó la ministra federal de Relaciones Exteriores, Melanie Joly, en una publicación en las redes sociales la semana pasada.
Los temores de una guerra más amplia se agravaron después de que un comandante de Hezbolá, Fuad Shukr, fue asesinado en un ataque aéreo israelí en la capital libanesa, Beirut, el 30 de julio. Según Estados Unidos, Shukr tuvo un papel central en el atentado de 1983 contra el cuartel de los marines estadounidenses en Beirut, en el que murieron 241 militares estadounidenses.
En 2017, Estados Unidos ofreció una recompensa de hasta cinco millones de dólares por la cabeza de Shukr, según el sitio web Rewards for Justice del gobierno estadounidense.
Pocas horas después del asesinato de Shukr, el conflicto se agravó cuando en el centro mismo de Irán, el destacado líder político del Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, Ismail Haniyeh, fue asesinado el 31 de julio junto a su guardaespaldas en la capital, Teherán, presuntamente por Israel, que no ha confirmado ni negado su participación en ese crimen.
Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, declaró que el conflicto con Israel ha entrado en una nueva fase
y prometió vengar el asesinato de su comandante Fuad Shukr.
Irán también prometió tomar represalias contra Israel por el asesinato de Haniyeh, quien había viajado a Teherán para la asunción del nuevo presidente iraní, Mazoud Pezeshkian, electo al cargo tras la muerte de su antecesor en el cargo, Ebrahim Raisi.
Fuente: CBC / C. Tunney
