Científicos creen saber de dónde vino el asteroide que mató a los dinosaurios

Detrás de esta teoría siempre ha quedado la interrogante de qué era exactamente lo que había golpeado al planeta Tierra: ¿era un cometa o un asteroide?

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Science ha descubierto que efectivamente se trataba de un asteroide, en concreto de uno llamado de tipo carbonoso, que procedía de más allá de la órbita de Júpiter.

Los autores del estudio hicieron el descubrimiento al estudiar el isótopo del rutenio, un elemento raro que pertenece a los elementos del grupo del platino, un grupo de seis elementos metálicos con propiedades similares.

El rutenio es uno de los elementos más raros en la Tierra, con una presencia de solo 0,001 partes por millón. Sin embargo, se cree que hay mucho más de este elemento en el núcleo de la Tierra. Esto se debe a que, cuando la Tierra se estaba formando hace 4.600 millones de años, cuando las rocas chocaron entre sí, un mar fundido destruyó gran parte de ella.

Sin embargo, el rutenio hace parte de la composición de en algunos asteroides, particularmente en aquellos que vienen de más allá de Júpiter, donde se ha conservado en una especie de cámara frigorífica.

En nuestro sistema solar hay una gran cantidad de residuos, restos que han quedado de su formación. Los cometas son restos polvorientos y helados, mientras que los asteroides están compuestos principalmente de rocas. De vez en cuando, caen en la Tierra meteoritos, o pequeños trozos de roca. Lo que los científicos saben sobre la composición de los asteroides proviene principalmente de ellos.

Sin embargo, no todos los asteroides están hechos del mismo material. Existen tres clases principales de composición de asteroides, los de tipo C que son carbonosos, los de tipo S que son rocosos, y los de tipo M que son metálicos.

Una huella cósmica

El asteroide que se cree que acabó con los dinosaurios impactó contra la Tierra hace 66 millones de años, entre las eras Cretácica y Paleógena, conocida como el límite K-Pg. Si bien los científicos no pueden estudiar el asteroide en sí, ya que fue destruido, sí pueden estudiar los isótopos que quedaron de aquella masiva colisión estelar, en este caso, el rutenio.

Los restos isotópicos que medimos pueden ser considerados como una especie de huella digital, afirma el autor principal del estudio, Mario Fischer-Gödde, que también es científico en el Instituto de Geología y Mineralogía de la Universidad de Colonia, en Alemania. Por tanto, si se produce un gran impacto, se vaporizan las rocas y el propio asteroide, pero esa huella digital permanece intacta.

Los investigadores también analizaron isótopos de rutenio en otras cinco muestras de los últimos 541 millones de años, así como muestras de meteoritos de entre 3.200 y 3.500 millones de años de antigüedad y otra de dos meteoritos carbonáceos. También tomaron medidas en lugares de Europa donde se pueden encontrar restos del evento, conocidos como sitios distales.

Descubrieron que los isótopos de rutenio del límite K-Pg coincidían estrechamente con los meteoritos carbonosos.

Todos los resultados muestran claramente que, independientemente del lugar que estuviéramos examinando, todos ellos arrojaron consistentemente la misma firma isotópica de material de asteroide de tipo C, afirmó Fischer-Gödde. Por eso podemos estar bastante seguros de esto.

El artículo descarta la posibilidad de un cometa, pero Fischer-Gödde señaló que aún no se ha podido recoger una muestra del núcleo de un cometa.

Soy científico. Considero todos los resultados posibles, las complejidades, etc., afirmó.

Paul Wiegert, profesor en el Departamento de física y astronomía de la Universidad Western en London, Ontario, dijo que encontró que el estudio, en el que no participó, presentaba un argumento convincente.

Es un artículo muy interesante, dijo Wiegert.

Dijo que los fuertes indicios de la presencia de rutenio es exactamente lo que los científicos esperan encontrar en los asteroides, por lo que encontrarlo en la corteza terrestre es una buena evidencia.

Yo diría que es bastante convincente. El rutenio es muy raro en la mayoría de los objetos del sistema solar. Por ejemplo, en la corteza terrestre, es bastante raro. Creo que han establecido el vínculo de una manera muy convincente.

Fischer-Gödde también considera este hallazgo desde un punto de vista filosófico.

Haber tenido un gran impacto de asteroide tipo C en la historia más reciente de la Tierra, digamos EN los últimos 500 millones de años es realmente una ocasión rara y única, y este evento: podemos llamarlo una coincidencia cósmica, pero si eso no hubiera sucedido, probablemente no estaríamos sentados aquí, dijo.

Nuestros antepasados ​​probablemente nunca se habrían atrevido a salir de sus cuevas. Los dinosaurios los habrían devorado, explicó.

Fuente: CBC / N. Montillaro