El Centro de Trabajadores Inmigrantes (CTI) asegura que con la medida anunciada por el gobierno de Quebec el martes, “una vez más los más perjudicados son los más vulnerables”.
Esta afirmación es de Manuel Salamanca, organizador comunitario que trabaja para el CTI, un organismo que se dedica a defender los derechos de los trabajadores inmigrantes.
El martes 20 de agosto, el primer ministro de Quebec, Francois Legaul, anunció una moratoria de seis meses del programa de trabajadores extranjeros temporales en Montreal, que supone que en ese lapso permitirá reducir en unas 3.500 la cantidad de residentes temporales establecidos en esta ciudad, una de las más importantes de Canadá y vital para la economía quebequense.
Salamanca aseguró a RCI que “nuestra primera reacción [tras el anuncio de la moratoria] ha sido de alarma y enojo”, agregando que si bien hay sectores que no van a ser tocados por esta medida como salud, educación, construcción, agricultura y transformación alimentaria, “basados en nuestra experiencia, hay muchos trabajadores que si van a ser afectados, como por ejemplo, aquellos que están en restaurantes, manufacturas, en limpieza, o cuidadores”.
Esta medida añade más restricciones a las posibilidades de obtener un permiso de trabajo para las personas que ya se encuentran trabajando en Montreal.
El activista y sociólogo, quien forma parte del CTI desde 2014, indicó que en el centro han atendido a numerosos trabajadores temporales “que han sido abusados y en situación de vulnerabilidad, a quienes hemos ayudado a obtener permisos de trabajo abiertos, de tal manera que puedan trabajar con cualquier empleador mientras consiguen otra empresa que solicite un LMIA [Estudio de Impacto en el Mercado Laboral] (…) Ahora, con esta medida, no van a poder encontrar empleadores en Montreal, lo que complicará su situación, pues tienen que tratar de encontrar el empleo en las regiones de Quebec”.
Como el sociólogo Alejandro Hernández, Salamanca considera que en la nueva medida del gobierno de Legault hay contradicciones, en especial, con aquellos anuncios que se han realizado desde el gobierno federal para proteger a los trabajadores vulnerables.
A muchos de estos trabajadores, que ya están con permisos de trabajo abiertos y con la promesa de que sus empleadores solicitarán un LMIA, se les cae su proyecto, vuelven a cero. Ahora, con menos tiempo deben buscar un empleador en la región que esté dispuesto a hacer el LMIA.
Para aquellos inmigrantes temporales que se encuentran en Montreal con permisos de trabajo cerrados, Salamanca dijo que la situación será igual de difícil, pues “no van a poder renovar sus permisos o van a tener muchas barreras para hacerlos”.
El activista teme que otros tantos opten por quedarse en la ciudad sin estatus, de tal manera de seguir explorando formas de permanecer en Canadá.
Cabe recordar que la moratoria por seis meses entrará en vigor el próximo 3 de septiembre.
“Esta medida es un experimento del gobierno provincial y federal para forzar a la gente, no a salir de Montreal, sino de Quebec y posiblemente del país. Es un mecanismo de expulsión escondido para muchas personas. Es una medida abrupta y carente de sentido, donde una vez más, los más perjudicados van a ser los eslabones más débiles y vulnerables: los trabajadores migrantes”, recalcó.
Origen en las propias políticas migratorias
Salamanca no critica el hecho de que Quebec quiera disminuir “la excesiva dependencia de la mano de obra extranjera”, pero recordó que lo que está ocurriendo en la provincia tiene origen en las políticas migratorias que tanto el gobierno federal como el provincial han aplicado en años recientes.
“Han fomentado la llegada de muchos trabajadores temporales, con muchas restricciones para acceder a la residencia permanente, los cuales sufren muchos abusos y no tienen protección”, insistió.
Se olvidan de que trajeron a todos estos trabajadores, sobre todo en tiempos de la pandemia, al punto de llamarlos ángeles guardianes o esenciales y, ahora, a pesar de su importancia en una sociedad que los priva de derechos humanos, los quieren desechar como mercancía.
“En su momento fueron esenciales y ahora se les aplica lo de desechables”, agregó.
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“Un precedente funesto”
En su rueda de prensa el martes 20 de agosto, el primer ministro quebequense aseguró que la medida anunciada era sólo el primer paso de una serie de cambios que prevé implementar para reducir el número de residentes temporales, una categoría migratoria en la que además de los trabajadores extranjeros, entran también los estudiantes internacionales y los solicitantes de asilo.
Para Manuel Salamanca la moratoria de seis meses en Montreal puede sentar un precedente negativo para el programa de trabajadores extranjeros temporales.
“Es probable que extiendan la medida por más tiempo, así como es probable que otras medidas, que busquen expulsar a la gente de manera escondida, se lleven a cabo”, advirtió.
Salamanca enfatizó que la moratoria del programa de trabajadores temporales “plasma y finalmente concreta la culpabilización de los migrantes de los problemas sociales de Quebec. Es un avance de la agenda racista de Legault y del racismo sistémico que existe a partir de las políticas federales de inmigracion, a través de sus programas de trabajo temporal.
En las próximas semanas, dijo el activista, el CTI estará haciendo un análisis de la situación, mientras se prepara para recibir a trabajadores temporales afectados por la medida. “Allí veremos nuestras capacidades para interpelar públicamente al gobierno, para que, por lo menos, haga enmiendas y dé garantías a las personas que están en Montreal de que no serán afectadas”.