Noches de salsa y bachata en Verdun: un ambiente festivo de intercambio cultural

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Stéphane Lecours, comerciante y bailarín originario de Abitibi, en Quebec, es el creador de uno de los eventos más populares en el barrio montrealense de Verdun, donde cientos de personas se reúnen todos los viernes durante el verano para bailar y disfrutar al aire libre.

Un groupe de personnes dansant dans les rues.

Bailarines profesionales y amateurs se reúnen cada viernes en Verdun durante el verano.

Cuando Stéphane Lecours se convirtió en el propietario de la heladería Crêperie Crèmes Boboule, hace 12 años, se dio cuenta que la carga laboral le alejaría de su principal pasión: el baile. La solución que encontró fue llevar el baile a su sitio de trabajo y fue así como nació la idea de organizar noches de salsa, bachata y helado en Verdun.

Este vecindario de Montreal, en el que uno de los idiomas más hablados es el español -según el censo canadiense de 2021- se ha convertido en un punto de encuentro de varias culturas, teniendo como protagonista los ritmos latinos y atrayendo a personas de todas partes de la ciudad y sus alrededores, -gracias a las veladas de salsa que Stéphane Lecours organiza cada viernes-, durante todo el verano.

Un homme debout devant une cremerie.

Stéphane Lecours, propietario de la heladería Crèmes Boboule, parado en la fachada de su comercio.

Foto: RCI / María Gabriela Aguzzi

Lecours reconoce que, en un principio, la idea de llevar el baile a Verdún estuvo impulsada por un objetivo muy personal, “muy egoísta”, dice entre risas, pero que pasados los años el proyecto se ha ido transformando.

La iniciativa, asegura el bailarín y comerciante, además de dinamizar la calle Wellington, principal arteria comercial del vecindario, ha permitido brindar horas de baile y disfrute a centenares de personas, incluyendo aquellas que, aunque aman el baile, no tienen los recursos para asistir a una academia o a cursos privados.

Un evento que crece

Fue hace 10 años que las noches de salsa y bachata comenzaron en Verdun. Entonces, la calle Wellington aún no había sido convertida en peatonal, tal y como lo es ahora durante el verano, por lo que un tramo de la vía debía ser cerrado para poder realizar el evento.

Stéphane Lecoours explica que consiguió todos los permisos necesarios a través de la Sociedad de Desarrollo Económico de la calle Wellington (SDC por sus siglas en francés) y la alcaldía de Verdun.

Apenas tenía dos años con el negocio. Soy bailarín desde hace más de 20 años. Me hice miembro del consejo de administración de la organización (…) y como estaba trabajando mucho en la heladería, no tenía mucho tiempo para salir y bailar, así que trajimos el baile al sector.

Una cita de Stéphane Lecours, propietario de Crémerie Boboules

El evento fue tomando popularidad gracias a la clientela fija de este comercio icónico de Verdun, establecido en 1979, además de la red de contacto de bailarines de su propietario y los amantes de la salsa en Montreal, que no se limitan sólo a los latinos sino que se expande con gran entusiasmo entre los quebequenses. Lecours, originario de Abitibi, una región del noroeste de Quebec, a más de 400 kilómetros de Montreal, es muestra fiel de ello.

un groupe de personnes dansant dans la rue

Las noches de salsa en Verdun tienen un público variado, no sólo en origen, sino en edades.

Foto: RCI / María Gabriela Aguzzi

Con la llegada de la COVID llegó también la peatonalización de la calle Wellington como una medida para ofrecer espacio a los transeúntes y así cumplir con la regla de distanciamiento social que impuso la pandemia.

Aunque durante los años de mayor incidencia del COVID Lecours no pudo festejar sus noches de salsa y bachata, cuando el evento volvió a tomar las calles lo hizo con fuerza. La cantidad de asistentes aumentó considerablemente y hoy, durante las cuatro horas que se extiende el evento, puede llegar a acoger hasta 500 personas.

Un curso, una fiesta

Parte de lo que explica también la popularidad de esta actividad es que Lecours se propuso no sólo dar un espacio para que la gente baile, sino que también comenzó a presentar profesores que ofrecen, de forma gratuita, una hora de baile durante la actividad.

“Los cursos comenzaron a atraer a una multitud de gente al principio de la noche que anima bastante la fiesta”, comenta Lecours, agregando que inicialmente asistían al evento unas 150 personas.

un dj sourit et fait signe à la caméra

DJ Ruso fue el encargado de animar la noche de salsa y bachata en Verdun del viernes 16 de agosto de 2024.

Foto: RCI / María Gabriela Aguzzi

El aumento en el número de participantes también ha traído consigo nuevos retos para este comerciante. Tener el aval de sus vecinos comerciantes es primordial, así como de los residentes del sector. Hasta la fecha, dice Lecours, los dueños de comercios aledaños han estado de acuerdo con la actividad, pero reconoce que algunos residentes han puesto quejas por el volumen de la música.

“Apenas recibimos quejas. En la Sociedad de Desarrollo Económico me hablan muy poco. Pero es sólo una noche, una velada y dura sólo cuatro horas”, se consuela Stéphane Lecours, agregando que la actividad ha generado ganancias económicas para los comerciantes de la calle, afectados recientemente por incrementos considerables en los costos de los alquileres de los locales, pues Verdun vive en estos momentos un proceso de gentrificación que ha obligado a varios comercios a cerrar definitivamente.

Intercambio cultural

En los viernes de salsa y bachata, los amateurs toman el espacio frente al DJ para mostrar sus dotes, dando vueltas de bailarines profesionales. Algunos cuentan sus pasos como lo hacen dentro de los salones de los cursos de baile. Otros simplemente se dejan llevar por el ritmo. Hay quebequenses, latinos, indios, africanos. Todos bailan mientras suena Pedro Navaja, de Rubén Blades, y con La Cita, de Galy Galiano.

Una vez terminado el curso de baile, por el que Lecours comenzó a aceptar donaciones voluntarias como una forma adicional de financiar la actividad, los observadores y más tímidos se lanzan también a la calle a bailar y el ambiente se torna festivo, en el que familias enteras, de Verdun y de otros vecindarios de Montreal, llevan sus cavas, algo de picar y pasan las horas en una fiesta al aire libre.

Une femme sourit à la caméra tandis qu'un groupe de personnes danse à l'arrière.

Perla Jael es colombo-venezolana y tiene siete meses en Montreal. Dice que ha ido todos los viernes durante el verano para disfrutar de la salsa en Verdun.

Foto: RCI / María Gabriela Aguzzi

Para Perla Jael ir cada viernes a las noches de salsa en Verdun representa un espacio ideal para tejer lazos entre diferentes culturas.

Siempre la cultura y el arte han sido un puente. Es una forma de hacer tejido social. Aquí se conocen más las personas, al estar en un ambiente abierto y alegre, proporcionado por la música. Estamos aquí no solamente bailando, sino tejiendo lazos. Me parece muy bonito.

Una cita de Perla Jael

La colombo-venezolana, radicada desde hace siete meses en Montreal, se identifica como una amante del baile y de los ritmos caribeños.

Desde que comenzó el verano buscó actividades de este tipo y se hizo un calendario para asistir a la mayor cantidad posible. “He venido durante todo el verano, todos los viernes, porque he querido gozar la calle y la salsa”.

Para Sebastián, colombiano residente de Notre Dame de Grâce, otro vecindario de Montreal, el ambiente de las noches de salsa en Verdun “está súper”.

“Siento que las personas están muy felices”, asegura, mientras confiesa que le gusta la salsa, así como bailarla, al igual que la bachata, género que no le convence del todo.

Sin embargo, cree que las noches de salsa y bachata en Verdun son una buena opción para hacer algo diferentes los viernes.

Se siente cool estar aquí. Es la primera vez que venimos y veo a muchas personas de Quebec, especialmente de Montreal, que disfrutan mucho esta parte de la cultura latinoamericana.

Una cita de Sebastián
Une femme âgéeAmpliar imagen (nueva ventana)

La señora Ana Teresa asistió por primera vez a las noches de salsa, acompañada de cuatro amigas. Dice que le gusta mucho la música latina.

Foto: RCI / María Gabriela Aguzzi

Ana Teresa coincide con Sebastián y con Perla Jael en que esta actividad veraniega permite un excelente intercambio de culturas. Asegura que su sangre mexicana la lleva a disfrutar cualquier ritmo latino, aunque vive en Montreal desde hace 35 años.

Como Sebastián, esta mujer retirada asistió por primera vez este verano a la noche de salsa y bachata en Verdun. Flanqueada por cuatro amigas, disfruta de la fiesta al aire libre en una silla plegable que ella misma llevó.

“Todas mis amigas son también mexicanas y nos encanta bailar”, dijo la educadora de profesión, hoy dedicada a cuidar niños en su casa.

Me gusta la salsa, me gusta la gente latina, me gusta la música.

Una cita de Ana Teresa

Una batalla para cerrar el verano

Quienes no hayan asistido a las noches de salsa y bachata en Verdun y estén curiosos o deseosos de ir aún pueden hacerlo. La programación este año se mantendrá hasta el viernes 6 de septiembre, gracias, en parte, a las donaciones voluntarias que los asistentes a los cursos de baile comenzaron a hacer.

Ese día, comenta Stéphane Lecours, el broche de oro para cerrar el verano será una batalla de salsa, en la que bailarines podrán competir en pareja o solitarios. Serán juzgados por ritmo, musicalidad y carisma y participarán en el proceso jueces profesionales y el público presente.

Un groupe de personnes dansant dans les rues à la tombée de la nuit.

El evento comienza a las 6 pm y se extiende hasta las 10 pm.

Foto: RCI / María Gabriela Aguzzi

Stéphane Lecours está convencido de que esta iniciativa seguirá creciendo en los años venideros. Aunque la temporada de 2024 está por cerrar, el bailarín y comerciante ya se prepara para las noches de salsa de 2025. “Compré dos bolas de discoteca que queremos poner en plena calle para que, con las luces, se sienta aún más el ambiente festivo”, dice.

También está evaluando otras opciones como sumar más seguridad a la entrada y salida del tramo de la calle Wellington donde se hace el evento. Por la cantidad de gente que está asistiendo ya debe pagar a al menos dos personas que cumplan esta función.

 

Lecours sabe que hay cosas pendientes, como la posibilidad de instalar un baño portátil en el sitio y controlar mejor el consumo de alcohol para que no haya abusos, pero confía en que los amantes de la buena salsa y del baile seguirán caracterizando esta actividad, que conquistó no sólo el corazón y los calendarios de los residentes de Verdun, sino de los montrealeses en general.

Maria-Gabriela Aguzzi

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URBANATVFM

Jorge de Jesús Núñez García es un periodista y escritor dominicano radicado en Toronto, quien se ha destacado en Canadá como locutor, comentarista, animador, tanto en radio como en televisión. Dirige emisoras y medios digitales, además de prensa escrita.
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