0
0
Este domingo en Montreal da inicio un ciclo de cine que incluye una selección especial de diez películas que muestran lo mejor del cine mexicano de los años 1940 y 1950. Se trata de una colaboración entre la Cinémathèque québécoise, el Festival Quebecine y la Cineteca Nacional de México.
Afiches oficiales de las diez películas que forman parte de la selección especial del ciclo “L’âge d’or du cinéma mexicain” (La edad de Oro del cine mexicano) que se presenta del 1º al 16 de septiembre en la Cinémathèque québécoise.
Foto: Cineteca Nacional de México / Cinémathèque québécoise / Montaje RCI
La colección, compuesta por melodramas sociales, cine negro y comedias, destaca por su relevancia histórica y su reciente restauración digital, permitiendo una experiencia visual renovada.
La curaduría de esta programación fue realizada por Nelson Carro, director de difusión y programación de la Cineteca Nacional.
Detrás de este esfuerzo está Jean-Sébastien Durocher, fundador del Festival Quebecine. Este evento presenta obras cinematográficas quebequenses en la ciudad de México desde 2014.
En entrevista con RCI, este apasionado del cine dijo que la colaboración entre la Cinemateca Quebequense, ubicada en la ciudad de Montreal, y su festival es una excelente oportunidad para promover una forma de reciprocidad al presentar obras del cine mexicano en Quebec.
Jean-Sébastien Durocher, fundador del Festival Quebecine.
Foto: Cortesía / Marie-Catherine Massie/Quebecine
Este primer ciclo de cine mexicano en Montreal queríamos hacerlo desde hace mucho tiempo y presentar la época dorada del cine mexicano de los años 40 y 50 con películas que fueron restauradas. Es una oportunidad muy grande para el público de Montreal de ver estas películas muy importantes en la historia del cine mundial.
El florecimiento del cine en un México en transformación
En el sitio web de la Cinémathèque québécoise, Apolline Caron-Ottavi propone un texto titulado Pépites du cinéma mexicain (Pepitas de oro del cine mexicano).
En él, la redactora y programadora explica que la década de 1940 marcó el inicio de una época dorada para México, conocida como el “milagro mexicano”, un período de estabilidad política y crecimiento económico.
Según Caron-Ottavi, este entorno propició un auge en la industria cinematográfica, que encontró en el cine un medio para representar las vivencias y aspiraciones de una nueva clase obrera.
Cineastas como Emilio Fernández, Roberto Gavaldón y Julio Bracho emergieron durante este tiempo, creando películas que no solo reflejaban la realidad social, sino que también contribuían a la construcción de una identidad cultural mexicana.
Imagen de la película Salón México. 1948. México. Dirigida por Emilio Fernández. Guión de Mauricio Magdaleno, Emilio Fernández. Fotografía de Gabriel Figueroa.
Foto: Emilio Fernández / Gabriel Figueroa / Archivos nacionales
La influencia de Hollywood y el nacimiento del cine negro en México
La programadora y redactora de la Cinémathèque québécoise señala que durante la Segunda Guerra Mundial, México estableció una alianza con Estados Unidos, obteniendo apoyo económico y tecnológico a cambio de su colaboración militar.
Este acuerdo también impulsó la industria cinematográfica, que supo adaptarse y desarrollar géneros como el cine negro, poniendo su sello distintivo.
Un ejemplo notable es la película “Distinto Amanecer” de Julio Bracho, uno de los primeros exponentes del cine negro mexicano, afirma Caron-Ottavi.
La película utiliza una narrativa de suspenso y crítica política para explorar la corrupción gubernamental, mientras que la cinematografía de Gabriel Figueroa, con su uso expresivo del blanco y negro, refuerza el ambiente de peligro y tensión que envuelve a los personajes.
Un viejo proyector de bobina.
Foto: La Presse canadienne
La búsqueda de una estética cinematográfica nacional
Otros grandes nombres de la Época de oro del cine mexicano y presentes en esta muestra son Emilio “El Indio” Fernández, Gabriel Figueroa y Roberto Gavaldón, quienes también contribuyeron a definir una narrativa y estética propias del cine mexicano.
Restauración y preservación: Un legado que perdura
Macario, del director Roberto Gavaldón, fue la primera película mexicana nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1961.
Foto: Roberto Gavaldón / Gabriel Figueroa / Archivos nacionales de México
La Cineteca Nacional de México ha restaurado digitalmente todas las películas de esta selección, asegurando que estas obras maestras puedan ser apreciadas por nuevas generaciones y preservadas para la posteridad.
Para Jean-Sébastien Durocher este debería ser el inicio de una nueva etapa para el Festival Quebecine que fundó hace 14 años y que en la actualidad cuenta con la colaboración de Jeanne Dupuis, Céline Girard, Caroline Galipeau y Françoise Major.
“Esperamos que ésta sea la primera de muchas colaboraciones entre las dos cinematecas”, concluye el fundador del Festival Quebecine, uno de los responsables de este nuevo ciclo del cine mexicano en Montreal.
