
Mientras Canadá planea aumentar significativamente sus niveles de inmigración en los próximos años, algunos expertos en políticas gubernamentales manifestaron su preocupación por las posibles consecuencias para el servicio de salud, la vivienda y el mercado laboral.
Pero el ministro federal de Inmigración, Sean Fraser, insiste en que Canadá necesita más personas en el país para hacer frente a la escasez de mano de obra y a los cambios demográficos que amenazan el futuro del país.
Si no seguimos incrementando nuestra ambición en materia de inmigración, trayendo a más población en edad de trabajar y familias jóvenes a este país, dentro de varias generaciones nuestro tema de preocupación ya no será la escasez de mano de obra, sino saber si podemos permitirnos tener escuelas y hospitales
, dijo Fraser en una entrevista con la agencia Canadian Press.
En noviembre, el gobierno federal anunció un nuevo plan de inmigración que permitirá a Canadá recibir a unos 500.000 inmigrantes por año de aquí a 2025.
En 2022, la cifra de nuevos residentes permanentes alcanzó la cifra récord de 431.645 personas.
Según Ted McDonald, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de New Brunswick, las nuevas tasas de inmigración serán muy superiores a las de países similares, como Australia.
Eso no es malo en sí mismo, dijo. Pero, en su opinión, elevar los niveles de inmigración no es la forma adecuada de abordar la actual escasez de mano de obra.
Creo que la política tendría más sentido si se alineara con lo que se considera como escasez estructural subyacente del mercado laboral, que va a persistir
, dijo McDonald.

Según expertos del mercado laboral y de la movilidad internacional, los estudiantes internacionales como Diana Ahumada, Lucía Vilchez y Camila Carrillo (de izquierda a derecha), que estudian en la Universidad Laval de Quebec, representan una verdadera opción para hacer frente a la falta de mano de obra calificada.
FOTO: RADIO CANADÁ INTERNACIONAL (RCI) / PALOMA MARTÍNEZ MÉNDEZ
ESTUDIANTES INTERNACIONALES
El ministro federal de Inmigración, Sean Fraser, también dijo que una justificación para abrir las puertas a la inmigración es clara: Canadá tiene una tasa de natalidad en descenso.
Según el Departamento de Estadísticas de Canadá, la tasa de natalidad del país cayó a un récord histórico de un promedio de 1,4 hijos por mujer en 2020. Eso está muy por debajo de la tasa de 2,1 necesaria para mantener una población estable, sin necesidad de tener que recurrir a la inmigración para mantener los niveles demográficos.
Esta situación no es un freno para quienes se preocupan sobre la manera en que un mayor número de recién llegados podría agravar los problemas recurrentes en el país, como la asequibilidad de la vivienda y la atención de salud.
No he visto ninguna evaluación sobre la repercusión de esos objetivos de inmigración en la asequibilidad y disponibilidad de la vivienda, o en términos de presiones adicionales sobre el sistema público de salud
, afirmó Andrew Griffith, un exfuncionario de Inmigración y Ciudadanía de Canadá.
El ministro Fraser destacó que muchos de los nuevos residentes permanentes ya viven en Canadá. Por ejemplo, 157.000 estudiantes internacionales se convirtieron en residentes permanentes en 2021.
No es como si hubiera medio millón de personas que no están ya aquí y que vienen a Canadá
, dijo el ministro.
¿LA INFLUENCIA DE LA CONSULTORA MCKINSEY?
El ministro federal de Inmigración dijo que en primavera también se introducirán cambios en el sistema de Entrada Exprés para que los inmigrantes puedan ser seleccionados en función del sector y la región de Canadá a la que se dirijan.
Esto ayudará a aliviar parte de la presión sobre sectores como la salud y la vivienda.
El debate actual sobre si los nuevos objetivos son demasiado ambiciosos también coincide con un mayor escrutinio sobre qué, o quién, está influyendo en la política del gobierno en materia de inmigración.
El difusor público, Radio-Canada informó la semana pasada que dos fuentes en el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá afirmaron que la influencia de la empresa estadounidense McKinsey & Company sobre política de inmigración ha aumentado en los últimos años.
Una respuesta del Gobierno de Canadá a una pregunta escrita de un diputado conservador, presentada en la Cámara de los Comunes en diciembre, afirmó que ese Ministerio no ha adjudicado recientemente ningún contrato a la consultora, al menos no durante el periodo por el que preguntó el diputado, que iba de marzo de 2021 a octubre de 2022.
Durante la entrevista del 12 de diciembre, el ministro Fraser dijo que la consultora McKinsey no ha tenido ningún papel en el nuevo plan del gobierno canadiense sobre los niveles de inmigración.
No estoy siendo influenciado por ellos. Es algo a lo que he llegado de forma independiente.

Los niños de origen inmigrante podrían representar entre el 39% y el 49% de la población infantil total en 2036, según Estadísticas Canadá.
FOTO: AFP VIA GETTY IMAGES / ADEK BERRY
El ministro dijo que llegó a la decisión sobre el plan de inmigración con el asesoramiento de funcionarios del departamento. También dijo que tomó en cuenta las opiniones de distintas organizaciones, partes interesadas y líderes provinciales y territoriales.
Algunos expertos en política suelen preocuparse por la enorme influencia que las partes interesadas pueden tener en las políticas gubernamentales, ya que los grupos de interés presionan al gobierno para que aplique políticas que están en consonancia con sus intereses. Y algunas de esas partes interesadas son más poderosas que otras.
Los grupos empresariales en Canadá consideran que la actual escasez de mano de obra es un problema serio, y han pedido a Ottawa que les ayude a cubrir los puestos vacantes.
Tras el anuncio del nuevo plan, el Consejo Empresarial de Canadá aplaudió los objetivos en un comunicado de prensa, afirmando que una economía con escasez crónica de trabajadores no puede alcanzar su potencial
.
Andrew Griffith, exfuncionario de Inmigración y Ciudadanía de Canadá, opinó que el actual gobierno canadiense es bastante receptivo a las presiones de las partes interesadas
, ya sean grupos empresariales u organizaciones que trabajan con inmigrantes.
Aunque los intereses de las partes interesadas a veces pueden coincidir con lo que realmente es una buena política, el profesor de Ciencias Políticas,Ted McDonald, dijo que los grupos interesados tienen intereses creados
.
Tenemos que ser conscientes de dónde viene el cabildeo y no ser ingenuos al respecto
, añadió.
Fuente: CBC / N. Al Mallees
Adaptación: RCI / R. Valencia