La aplicación de la Ley de Medidas de Emergencia el 14 de febrero de 2022 puso fin al bloqueo del centro de la capital, Ottawa, y al hostigamiento de la población local por parte de manifestantes opuestos a las medidas de protección de la salud pública.
El comisionado Paul Rouleau dijo que el gobierno federal alcanzó el elevado umbral necesario para invocar la Ley de Emergencias el invierno pasado, citando un fracaso de las medidas de policía y del federalismo.
En su esperado informe, presentado este 17 de febrero en la Cámara de los Comunes, Rouleau afirmó que las protestas legítimas se convirtieron en una situación anárquica, culminando en una situación de emergencia nacional
.
La invocación de la Ley de Emergencias es una medida drástica, pero no es dictatorial.
El documento arroja nueva luz sobre una de las decisiones más controvertidas del gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau. El 14 de febrero de 2022, Trudeau invocó la Ley de Emergencias para poner fin a las protestas contra las medidas de protección de la salud pública, que habían bloqueado las calles del centro de Ottawa y hostigado a la población durante casi un mes.
Los manifestantes estaban enfadados con la respuesta del gobierno a la pandemia del Covid-19, que incluía la exigencia de vacunas.
Esta fue la primera vez que esa ley fue invocada y aplicada desde su creación en 1988.
El juez Paul Rouleau escucha las declaraciones del primer ministro Justin Trudeau sobre las razones que llevaron al gobierno de Canadá a aplicar la Ley de Emergencias.
FOTO: LA PRESSE CANADIENNE / JUSTIN TANG
Al invocar la ley, el gobierno de Canadá otorgó a las fuerzas del orden poderes extraordinarios para desalojar y detener a los manifestantes, y se facultó para congelar las finanzas de las personas relacionadas con las protestas.
Los poderes temporales de emergencia también otorgaron a las autoridades la capacidad de requisar grúas para retirar los vehículos de los manifestantes de las calles de la capital.
La ley define una emergencia nacional como una situación que no puede ser resuelta eficazmente en virtud de ninguna otra ley de Canadá
. Además, sólo puede invocarse una emergencia de orden público cuando existe una amenaza para la seguridad de Canadá
, según la definición de la Ley del Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense.
En mi opinión, existía información creíble y convincente que respaldaba la creencia razonable de que se cumplía la definición de amenaza para la seguridad de Canadá
, escribió Rouleau en su resumen ejecutivo, de más de 200 páginas.
He llegado a la conclusión de que el gabinete estaba razonablemente preocupado porque la situación a la que se enfrentaba estaba empeorando y corría el riesgo de volverse peligrosa e inmanejable.
El informe de Rouleau exonera en gran medida la decisión de Trudeau de invocar la Ley de Emergencias. Pero el Primer Ministro no escapa a las críticas.
Por ejemplo, Rouleau dijo que la referencia de Trudeau el 27 de enero a algunos manifestantes como una minoría marginal
probablemente exacerbó la situación y endureció la determinación de los manifestantes.
También concluyó que la consulta federal con las provincias fue adecuada
pero podría, y probablemente, debería haber sido mejor
.
EL INFORME PRESENTA 56 RECOMENDACIONES
El informe del comisionado Rouleau hizo 56 recomendaciones para mejorar el intercambio de inteligencia, la respuesta policial a las protestas a gran escala y la propia Ley de Emergencias.
Rouleau reservó algunos de sus comentarios más críticos para el gobierno de la provincia de Ontario, gobernada por el conservador Doug Ford.
Me parece preocupante la reticencia de la provincia de Ontario a participar plenamente en los esfuerzos encaminados a resolver la situación en Ottawa
, declaró.

El juez Rouleau dijo que el primer ministro de la provincia de Ontario, Doug Ford, y su gabinete no respondieron adecuadamente a una crisis en una ciudad sujeta a su jurisdicción.
FOTO: RADIO-CANADA
Dado que la ciudad y su servicio de policía se encontraban claramente desbordados, le correspondía a la provincia implicarse de forma visible, pública e incondicional desde el principio
, escribió Rouleau, juez de la Corte de apelaciones de Ontario.
El juez Rouleau escribió en su informe que los momentos de urgencia requieren que los líderes de los gobiernos a todos los niveles se eleven por encima de la política y colaboren por el bien común. Desgraciadamente, en enero y febrero de 2022 esto no siempre ocurrió
.
El Servicio de Policía de Ottawa también recibió una mala nota. Según Rouleau, si la policía de la ciudad hubiera evaluado adecuadamente la información y la inteligencia a su alcance, habría contado una historia diferente.
En su opinión, la respuesta de la policía de Ottawa se vio empañada por una falta de planificación adecuada, fallos de inteligencia y disfunciones internas.
Aunque Rouleau apunta a algunas de las decisiones y el liderazgo del ex jefe de policía de Ottawa, Peter Sloly, también dijo que sería demasiado fácil atribuirle todas las carencias y errores.
Además, algunos errores del jefe Sloly fueron agrandados innecesariamente por otros, hasta un punto que sugiere la búsqueda de chivos expiatorios
, escribió.
Rouleau elogió a la policía de Windsor, a la Policía Provincial de Ontario, a la Real Policía Montada de Canadá y a la ciudad de Windsor por aprender de los errores cometidos por la policía de Ottawa.
LA SITUACIÓN PODÍA HABER SIDO EVITADA
Durante las seis semanas de testimonios recogidos el pasado otoño, la Comisión de Emergencia de Orden Público escuchó a más de 70 testigos, incluidos ministros del gabinete y manifestantes.
Rouleau escribió que la chispa
que causó las protestas de principios de 2022 fueron los más de dos años de restricciones establecidas a causa del Covid-19 y la decisión del gobierno federal de exigir a los conductores de camiones comerciales que se vacunen para poder ingresar a Canadá.
La creciente desconfianza en el gobierno por parte de ciertos segmentos de la población y las respuestas del gobierno al Covid-19 exacerbaron
esta dinámica preexistente.
Rouleau dijo que acepta que el Covid-19 tuvo un profundo impacto entre los canadienses y que éstos tenían derecho a protestar legalmente contra lo que consideraban una extralimitación del gobierno.
No acepto las descripciones de parte de los organizadores de la protesta en Ottawa, que dijeron que era legal, tranquila, pacífica o algo parecido a una celebración. El panorama general revela que la situación en Ottawa era insegura y caótica.
El juez Rouleau también rechazó las afirmaciones de los organizadores que argumentaron que ellos no estaban al tanto del acoso y la intimidación contra la población local.
En su informe Rouleau afirma que es lamentable que se haya llegado a esta situación, porque, en mi opinión, podía haber sido evitada
.
Fuente: CBC / C. Tunney / J.P. Tasker