
El ministro provincial Jolin-Barrette encuentra “intolerable que un aparato electrónico sea diseñado deliberadamente para limitar su evolución”.
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El gobierno de la provincia de Quebec quiere prohibir la venta de productos que no están pensados para durar y reforzar la capacidad de los consumidores para reparar los productos que compran.
La provincia afirma que la obsolescencia programada y las medidas adoptadas por los fabricantes de bienes para limitar la capacidad de los consumidores de reparar los productos acaban costando miles de dólares a los quebequenses y afectan negativamente al medioambiente.
Es normal que estos bienes necesiten mantenimiento o reparaciones de vez en cuando. Lo que no es normal es que las piezas de recambio no estén disponibles o que el aparato se rompa al intentar repararlo
, declaró Kariane Bourassa, asistente parlamentaria del Ministro de Justicia de la provincia.
Un proyecto de ley presentado este 1 de junio por el ministro provincial de Justicia, Simon Jolin-Barrette, prohibirá la venta de productos cuya obsolescencia esté programada, además de exigir a fabricantes y minoristas que garanticen la disponibilidad de piezas de cambio y servicios de reparación a un precio razonable para los productos que vendan en la provincia.
Si se aprueba el proyecto de ley, también se exigirá a los fabricantes que garanticen que sus productos pueden ser reparados con herramientas corrientes, sin causar daños irreversibles.
Es inaceptable que un aparato perfectamente funcional esté equipado con un dispositivo que le impida funcionar con normalidad al cabo de cierto tiempo
, dijo Jolin-Barrette.
También es intolerable que un aparato electrónico sea diseñado deliberadamente para limitar su evolución. No se puede ignorar el impacto negativo en el bolsillo de los quebequenses, ni tampoco las repercusiones en nuestro medio ambiente.

El proyecto de ley también iniciaría el proceso de establecer un conector universal que debería funcionar con todos los dispositivos electrónicos.
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El proyecto de ley también creará una garantía de buen funcionamiento
, es decir, un plazo específico para distintos tipos de productos durante el cual los fabricantes estarían obligados a repararlos.
El proyecto también exige a los fabricantes de automóviles que garanticen que sus vehículos puedan ser reparados por cualquier mecánico, y no sólo en los concesionarios afiliados, y que esos fabricantes pongan a disposición de los propietarios y arrendatarios a largo plazo, o de sus mecánicos, los datos necesarios sobre los vehículos para poder diagnosticar problemas.
El ministro Jolin-Barrette explicó que el proyecto de ley también incluye una medida antilimón
que permitiría a las personas que hayan comprado un vehículo en los tres años anteriores pedir a un tribunal que el auto sea declarado gravemente defectuoso
y se anule el contrato de compra si persisten problemas importantes tras múltiples intentos de reparación.
En lenguaje popular, un auto limón es un vehículo en muy mal estado que un vendedor lo hace pasar como si estuviera en buenas condiciones. Comprar un carro con graves problemas es comprar un auto limón.
Jolin-Barrette dijo que la medida propuesta es la primera de este tipo en Canadá, pero que existen medidas similares en los 50 estados de Estados Unidos.
El proyecto de ley también iniciaría el proceso de establecer un conector universal que debería funcionar con todos los dispositivos electrónicos. Ese paso ya lo ha dado la Unión Europea, que exigirá que la mayoría de los dispositivos electrónicos portátiles funcionen con una conexión de carga USB-C para finales de 2024.
Si se aprueba esta ley de Quebec, ella incluirá multas de hasta 125.000 dólares por infracciones. Las empresas también podrán ser multadas con el cuádruple de los beneficios que hayan obtenido por infringir la ley.
Alissa Centivany, profesora en la Universidad Western, en la ciudad de London, Ontario, quien ha defendido la posibilidad de que la gente pueda reparar sus dispositivos, cree que Quebec está dando un paso valiente.
Es un paso adelante realmente emocionante. Quién sabe cómo se desarrollará, pero es una gran señal y espero que tenga éxito. Y espero que otras provincias sigan el ejemplo de Quebec y propongan leyes similares.
Los partidos de la oposición de la provincia se han mostrado abiertos a la iniciativa del partido de gobierno la Coalición por el Futuro de Québec. Los liberales provinciales también presentaron un proyecto de ley similar.