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Un reciente incendio forestal destruyó 358 viviendas y negocios en Jasper, en la provincia de Alberta. Este tipo de tragedias deja secuelas entre los sobrevivientes.
La canadiense Helen Malone-Babineau ha escapado no de uno, sino de dos incendios forestales en los últimos ocho años. Ahora, ella está empezando de nuevo su vida en Halifax.
Después de haber vivido los incendios forestales en Fort McMurray y Yellowknife, ambos lugares aislados con una sola carretera para entrar y salir, me dije que lo que debería hacer es ir a algún lugar con más rutas para poder escapar
, dijo mientras se encontraba rodeada de cajas que aún no había desempacado.
Tras haber vivido esos incendios forestales, ella buscó terapia para hacer frente a las secuelas. Pese a ello, dijo que todavía siente angustia cuando siente el olor a humo o cuando lee una publicación en las redes sociales sobre otro incendio forestal.
Malone-Babineau dijo que desearía que hubiera más apoyo en materia de salud mental a mediano y largo plazo para las personas evacuadas a causa de ese tipo de tragedias.
Alguien que venga y nos diga: ‘Hola, recibimos esta notificación sobre estos incendios, pero queremos tranquilizarlos’ o te explique lo que está sucediendo y te diga: ‘Estamos aquí si necesitas hablar’.
Después de haber escapado a dos incendios forestales, Helen Malone-Babineau dice que sigue sintiéndose estresada cuando huele humo o ve en las redes sociales mensajes sobre un incendio forestal.
Foto: CBC / Brian MacKay
Un nuevo estudio publicado en la revista Lancet Planetary Journal señala que hasta el 60 por ciento de los adultos podrían sufrir trastorno de estrés postraumático hasta seis meses después de un incendio forestal. Al menos una cuarta parte también podría sufrir un trastorno depresivo o de ansiedad grave.
Los investigadores afirman que los efectos de los incendios forestales sobre la salud mental pueden persistir durante años si no son tratados. Pero como los impactos sobre la salud mental a menudo no son tan visibles como los impactos sobre la salud física, puede ser más difícil detectarlos y abordarlos.
Los autores del estudio afirman que algo tan sencillo como que los funcionarios de salud pública verifiquen el estado en el que se encuentran a los evacuados puede hacer una gran diferencia. Esa es una de las políticas que recomiendan los investigadores sobre cómo los gobiernos pueden preparar los sistemas de salud para hacer frente a las consecuencias de los incendios forestales.
Lo que realmente hemos recomendado es un nivel mucho más amplio de atención activa a nivel poblacional que diga: ‘Hola, ¿cómo estás?’, yendo a las escuelas, yendo a los lugares de trabajo
, dijo Courtney Howard, una doctora que atiende emergencias en Yellowknife, y una de los autores del estudio.
Otras recomendaciones incluyen facilitar a los profesionales el seguimiento de los evacuados a través de las fronteras provinciales, ampliar la atención virtual, adaptar las políticas de gestión de desastres de los hospitales a un clima cambiante e invertir en programas comunitarios para ayudar con factores estresantes como reclamos de seguros y vivienda.
Según el Centro Interagencial Canadiense de Incendios Forestales, en 2023 hubo 7.131 incendios forestales en todo Canadá, quemando una superficie de 17.203.625 hectáreas: la cifra más alta jamás registrada.
Este año, se han registrado hasta la fecha más de 4.200 incendios según esta entidad También se han evacuado varias comunidades en las provincias de Columbia Británica y Alberta.
